lunes, 13 de agosto de 2012

Extinción.


El día que te llamé por primera vez entré en un bar para tomarme un café, como el camarero tardaba en tomarme nota y me aburría, me entretuve jugando con el posavasos que estaba más cerca de mi. Tras girarlo entre mis dedos, me di cuenta que, en el reverso del posavasos, había escrito un número de teléfono y esta nota: Hoy me llamaron de la “Sociedad Nacional en defensa del zorro ibérico” para pedirme que hiciese un donativo. Les he dado tú número para que contacten contigo, no conozco a nadie más zorra que tú, quizás puedan ayudarte.
Tras leer dos veces la nota, marqué tu número fingiendo que me equivocaba y empezamos a hablar. Tres meses después nos casábamos en aquella pequeña ermita de Sant Pere Pescador y un año después firmábamos el divorcio en el juzgado número 4 de Barcelona.
Siempre conservé el posavasos sin que tú lo supieses. Hoy te lo envío junto con esta carta para que entiendas por qué marqué tu número. ¿Por qué te lo envío? Hoy a mi también me han llamado de la Sociedad Nacional en defensa del zorro ibérico, pero tranquila, no les he dado tu número, yo, a diferencia del anterior, prefiero que te extingas.

1 comentario:

  1. Siempre consigues impresionarme!
    Avísame cuando publiques... por favor.

    https://www.facebook.com/finita.lopez santos

    ResponderEliminar

Blogger Template by Clairvo