jueves, 30 de agosto de 2012



El Niño Amor

Llorar queriendo reír y al reír desairarse,
Quedarse al querer marchar y no irse,
Irse para no volver y al final quedarse
Y al marchar para siempre otra vez venirse.

Pernoctar sin querer dormir y despertarse
Soñando sin poder concebir dormirse.
Beber los vientos y de él emborracharse
Y de la propia ebriedad arrepentirse.

Todo volverse víscera y pecado.
Los corazones duros los vuelve delicados
Y los frágiles los transforma en roca.

Así es el niño amor, estos tus caprichos.
Tal es su poder que pone en entredicho
Incluso al que nunca abrió su boca.

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