martes, 26 de marzo de 2013

Post 2 post (Pilot 1B)*



Querido Ramón:

Perdona que haya tardado tanto en contestarte, pero llevo unos días tratando de hacerme un poco a todo esto de aquí y a veces no me resulta fácil encontrar momento para sentarme a escribirte.

Ya tengo piso, he alquilado uno pequeño en el centro por el que pago poco. La dueña, una viejecita encantadora, me recuerda un poco a ti porque es de esas que se presenta en la puerta de casa cada dos por tres con un pastel y muchas ganas de hablar. Cada tarde sube sobre las tres a tomar el café. ¿Recuerdas que al poco de conocernos tú también aparecías en la puerta de mi casa cada dos por tres sin avisar?

El otro día, no me preguntes cómo, en uno de estos cafés le expliqué como nos conocimos. ¿Lo recuerdas? Fue aquella noche en la que un amigo en común celebró una gran cena de navidad para sesenta personas que apenas se conocían, ¿lo recuerdas? Tú te acercaste a mí y me dijiste que te sonaba mi cara, pero que había tantas redes sociales, que no sabías dónde me habías visto. Me pareció la forma más tonta y faltosa de entrarle a un tío. Me pareciste, siempre lo recordaré, un idiota. Luego la conversación, gracias a dios, giró; pusiste una gracia aquí, un chiste allá y me pareciste simplemente un idiota con gracia. Poco a poco empezamos a quedar y enseguida encontré en ti, no sólo un seguidor de mis textos, sino sobre todo a un amigo.

Creo que nunca lo he hablado cara a cara contigo, pero tú eres uno de los que han hecho que esté aquí, que esté intentando alcanzar mi sueño. Tú y algunos más sois los responsables. Mientras otros pasaban indiferentes ante mis letras, tú siempre estabas ahí, leyéndolas, cuidándolas y destacando lo bueno y lo malo de ellas.  No eres un adulador, ni mucho  menos, eres esa persona que ha sido capaz de captar que es lo importante para mí y preocuparte por ello del mismo modo que yo lo hacía. Sé que soy un poco cabrón diciéndotelo por aquí y sé que cuando lo leas moverás la cabeza de izquierda a derecha sin despeinarte ese tupé engominado que llevas mientras dices que no, pero sabes muy en serio que es que sí. Un poquito de lo que salga de aquí será gracias a ti y a algunos más.

Ya te iré contando, por ahora sólo decirte que en dos semanas empiezo las clases y que te prometo que te tendré bien informado de todo, por carta, tal y como me pediste antes de marchar. Y perdóname que no hable de eso otro que los dos sabemos, pero ahora que todo empieza a ir bien prefiero no recordar. Bastante he tenido que cargar ya con la melancolía y el recuerdo durante estas tres últimas semanas que me han pesado mucho más que las maletas que traje conmigo.

Ah! Hablando de maletas… Tengo que decirte algo que sé que no te gustará: Se me rompió una maleta nada más bajarme del avión, espero que me lo perdones. Sé lo caras que son y te prometo que en cuanto pueda te compraré tres y las enviaré, que sé lo mucho que las necesitas, pero, y sólo con ánimo de quitarle algo de hierro al asunto, el hecho de que se me rompiera una maleta me ha dado pie a pensar que uno de los capítulos del libro se llamará: “Recogida de defectos personales”. Sé que quizás no te compensará, pero en cierta manera es gracias a ti, así que no te enfades demasiado, ¿vale?

Y por si te lo preguntas, he comenzado a escribir ya el primer capítulo del libro y te paso lo poquito que tengo a continuación:

“Era jueves. Apagué el móvil y lo dejé sobre la mesita de noche como le había prometido a Lucía. Aquel iba a ser un fin de semana largo sólo para nosotros dos. Llevábamos mucho tiempo planeándolo y Roma, la ciudad eterna, nos esperaba”.

Sé que no es mucho, pero sé que te hará tanta ilusión leerlo como a mí escribirlo. Lo sé.


Un abrazo,

J.Tello

Pd. Y actualiza más tu blog, que me gusta ir leyéndote sin que te enteres.

Besos


* Ramón Capote es el autor de http://pasivasygolosas.blogspot.com.es , blog donde podéis leer la carta que motivó mi texto y que sirve de arranque para esta nueva sección llamada “Post 2 post”.




2 comentarios:

  1. Grande como siempre ;-)
    A tus pies, Sir.

    ResponderEliminar
  2. La amistad es ese lugar en el que uno se va encontrando mejor conforme pasan los años, las cosas, la vida... y a la que se le va encontrando el valor real mientras ocurre todo eso. Como a las capas de una cebolla, la amistad, tiene muchas páginas escritas en nosotros...
    Tú pareces un buen amigo. Y también alguien con más de una capa...

    ResponderEliminar

Blogger Template by Clairvo