Ya está, lo he hecho. He completado la primera de las tres
partes. Mi reto es llegar a los noventa y nueve años y hoy cumplo treinta y
cuatro. Fin de la primera parte.
Me ha sido muy fácil llegar hasta aquí. Muy fácil y eso que,
cuando era más joven, no me gustaba nada cumplir años. Durante unos años la
vida me arrastró por su corriente y en un momento concreto decidí ser yo el que
caminase y no se arrastrase. Me ayudó a hacerlo aquella frase de Frida Kahlo y
Diego Rivera que dice: “VIVA LA VIDA”. Sí, señor, “VIVA LA VIDA”. Sin excepción,
en mayúsculas y entre comillas, para celebrar el milagro de vivir y estar vivo.
Envejecer hasta aquí ha sido un lujo: físicamente me encuentro bien, incluso
cada vez mejor, me atrevería a decir. Y los que me rodean se han encargado de
hacerme muy feliz. He conseguido desgranar los entresijos de la vida
rodeado de aquellos que han querido desgranarlos conmigo.
Sin embargo, no soy hombre fácil y los que están a mi lado
lo saben. Soy rebuscado, poco agradecido, cabezón y de carácter fuerte. No soy
fácil de mover en aguas tranquilas, pues siempre navego entre los extremos. Es
por eso que estoy tan agradecido a todos aquellos que han caminado o todo o parte
de este primer tercio conmigo. Su mérito es haberse mantenido a mi lado y sé
que no son muchos porque soy poco milagroso en estos aspectos porque muchas veces fallo y muchas veces falto, pero a veces me
propongo obrar el milagro y lo consigo. Así
que gracias, muchas gracias a todos vosotros. De todo corazón.
¡VIVA LA VIDA!
Vuestro siempre,
J.Tello
Érase un hombre a una larga vida atado... felicidades Jordi, Etra, Arte, y otros etcéteras, de batallas en playas ganados...
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