miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Recuerdas cuando...?


¿Recuerdas cuando se murió papá y mamá se empeñó en que llevásemos a Benidorm sus cenizas? Ninguno de los dos habían visto el nunca el mar y mamá quiso que fuésemos a Benidorm para que lo viesen, por primera y única vez, los dos juntos.
El camino fue eterno: mamá no paraba de vomitar y María, la pequeña, no hacía más que llorar y preguntar que cuándo llegábamos.
Era sólo un fin de semana largo; tres días para despedirnos de papá y desconectar un poco de todo.
A cincuenta kilómetros de la ciudad - ¿lo recuerdas? - el coche se estropeó y tuvimos que bajarnos de golpe porque el capó empezó a echar humo. Un par de coches que pasaban por allá nos ayudaron a apagar las llamas y pudimos salvar todo el equipaje incluidas las cenizas de papá. ¡Qué momento!
Un coche de alquiler después, y seis horas más tarde, llegábamos al hotel. Fue allí, en aquel momento, cuando mamá se cayó y se rompió el tobillo. Una operación y tres días de ingreso.
Nunca olvidaré la cara de mamá cuando, pierna escayolada incluida, conseguimos llevarla a ver el mar.  Recuerdo que exclamó que nunca había visto tanta agua junta y nosotros, al oírla, podíamos para de reír. Yo pensaba que me meaba de la risa y mamá con aquella tos hiposa que le entra, venga a reír, venga a reír.
Al final decidimos alargar las vacaciones y pasarnos allí dos semanas, para disfrutar.
Alquilamos un apartamento, algo lejos de la costa para que fuese más barato, e íbamos y veníamos a la playa con el coche de alquiler. La playa estaba siempre llena así que nunca encontrábamos el momento de tirar las cenizas de papá al mar. Y tanto ir y venir y tanto ir y venir a la playa, van un día y nos roban el coche con las cenizas de papá dentro. ¡Qué momento! Nos queríamos morir cuando pusimos la denuncia en la guardia civil, no sabíamos si llorar o reír. ¡Qué momento!
Qué raros fueron esos días: las vacaciones que se acababan, las cenizas de papá sin aparecer y la guardia civil diciendo que era cosa de bandas del este.
Volvimos a casa sin más y tú te cabreaste y nos dejaste de hablar.
Con el tiempo la Interpol nos dijo que habían localizado el coche en Croacia, pero ni rastro de papá. Luego nos llegaron noticias que si Venecia, que si Turquía, que si Sicilia...
Sólo espero que, esté donde esté, esté disfrutando del mar.
Y todo esto, ¿para qué?, te preguntarás. Todo esto, corazón, es para decirte que ha fallecido mamá y que mañana marchamos a Benidorm. Su última voluntad fue no parar de viajar.

2 comentarios:

  1. Bueno, estoy llorando pero de la risa, increíble,ya no se, si mala o buena suerte! Fantástico!
    Saludos

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