I. Corderos.
Ni me
aborrego siempre que toca
Ni por norma
ando fuera del redil.
Normalmente
suelo decir que sí
Cuando digo
no al abrir la boca.
Díscolo en
grupo, algo masoca.
Si se trata
de nadar a favor de mí
Tengo muy
claro donde quiero ir
Aunque para
otros mis pasos se equivocan.
Nunca se me
dio bien cantar
Ni entonar
en grupo el dulce balar;
Soy el
cordero que salió rana.
Me aborrego
cuando manda la ocasión,
Pero también
sé decir que no
Cuando
quieren quitarme la lana.
II. Lobos
Ni enseño
los colmillos a la primera
Ni me visto
con pieles que no tocan,
Uno es lo
que es y cuando me provocan
Muerdo sin
morder y sin apetito.
Pocas veces
en manada, pocas en grupito.
El que me
dispara con plata se equivoca.
Yo soy de
los que mueren por la boca,
Pero no
jactándose de contar corderitos.
Quizás haya
en mis dientes algo de carne,
Pero te
aseguro que es mía. Suelo atacarme
A mí mismo
sin ponerme tiritas.
Y aunque lo
de feroz en mí es sólo un invento,
Si de algo
voy sobrado es de cuento
Así que
menos lobos, Caperucita.
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