martes, 28 de mayo de 2013

Hoy he vuelto a ir a aquella cafetería...


Hoy he vuelto a ir a aquella cafetería y me he pedido el café. Me he sentado en una de las mesas del fondo y he abierto el cuaderno por la primera página en blanco que he encontrado. He buscado un bolígrafo en los bolsillos de la chaqueta y, esperando que me viniese la inspiración, he comenzado a garabatear en el cuaderno.
La camarera, aquella chica rubia que nos conoce, me ha traído el café y al verme cuaderno y bolígrafo en mano me ha preguntado que si soy dibujante y le he dicho que sí. Ilusionada se ha sentado en mi mesa y me ha pedido que la retratase mientras giraba la cabeza hacia un lado y levantaba la barbilla en alguna pose más aprendida que practicada, hablando sin parar y recolocándose de vez en cuando aquellas gafas negras de pasta que tan bien le quedan con sus ojos azules.
Yo, que no tenía humor para retratos, he comenzado a escribir un par de frases en el cuaderno, mientras ella no paraba de explicarme alguna cosa sobre su madre y su novio.
Cuando ya llevaba más de media hoja del cuaderno escrito, ella ha pensado que estaba pasando de ella e indignada se ha levantado de la mesa y ha vuelto tras la barra mientras no paraba de refunfuñar.
Cuando he acabado el relato, he cerrado el cuaderno, se lo he dado y he salido por la puerta. Creo que antes de marchar me ha parecido que lloraba.
Otro cuaderno que regalo y otro bar al que no podré volver más. Otra historia, como la mía, que acaba igual.

0 comentarios:

Blogger Template by Clairvo