Últimamente, quizás porque llevo mucho tiempo sin verla,
recuerdo mucho aquello que dice mi madre de que cuando un actor se va de una
serie un par de meses, es porque se va a hacer una película o a grabar otra
serie. Yo siempre me río y le digo que no es por eso, pero ella sonríe y se
empecina en que sí. A veces espero tontamente que tú en mi vida vuelvas a ser
contratado.
Esta tarde en el autobús, cuando volvía a casa, me puse a
pensar que hemos dejado de amar de forma incondicional, que ya hasta el amor nos
cansa. Me acordé de que cuando pillaste la puerta y te fuiste a vivir a casa de
un amigo porque, según tú, entre nosotros no había nada, me vino a la cabeza
que la primera persona a la que llamé fue a mi madre.
Mi madre se ha enfadado mil veces conmigo, pero ella siempre
ha seguido apostando porque entre ella y yo había y habrá siempre algo. Es una
pena que nunca vaya a sentir otro amor así: un amor incondicional por encima de
gestos, de palabras y de hechos. Un amor que no pida y siempre de, un amor que
no cuestione y siempre acompañe. Es difícil amar así y yo me pregunto si algún
día podré llegar a hacerlo, quizás contigo, quizás con otro.
Esta tarde cuando llegué a casa, volví a acordarme de aquello
que dice mi madre de que cuando un actor se va de una serie un par de meses, es
porque se va a hacer una película o a grabar otra serie, así que cogí el
teléfono y llamé. Mi madre contestó al otro lado de la línea y supe que tenía
razón: hay actores en tu vida que nunca se van, sólo desaparecen por un corto
espacio de tiempo.
0 comentarios: